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¿Son las operaciones la nueva revolución en el sector legal?

Artículo escrito por nuestro socia Eugenia Navarro y publicado originalmente en el blog Fuera de la Ley de Expansión en este enlace.

Texto parcial del artículo:

Las operaciones legales no son una nueva profesión, la función ha existido más tiempo de lo que cree. Muchos han sido los departamentos que han trabajado eficientando sus departamentos y generando valor, pero sin llamarlo «operaciones legales». Por ejemplo, CLOC (Corporate Legal Operations Consortium) que es la mayor organización que agrupa profesionales en esta disciplina, se formó en los EE. UU. en el 2010 con la vocación de profesionalizar los servicios legales a través de la gestión dentro de las empresas.

Los abogados de empresa enterrados en trabajo, entre miles de consultas diarias y apagando fuegos de manera poco organizada intuían que las cosas podían hacerse de diferente manera. La evolución del perfil reactivo hacia proactivo ha sido de manera natural. La velocidad del negocio, la necesidad de respuestas inmediatas gestionando riesgos y de aportar valor a negocio, sin aumentar el presupuesto de proveedores legales externos y con equipos muy justos en cuanto a tamaño, ha sido una mezcla que ha forzado a la evolución. Si a esto unimos que los directores generales pedían un reporting con métricas e indicadores la revolución está servida.

¿Qué está impulsando el crecimiento de las operaciones legales? En la década de 1980 y antes, los departamentos legales corporativos se centraban casi por completo en el riesgo y el cumplimiento, y en asesorar al negocio de manera reactiva. La función legal se entendía como un coste, y además se veía como un «stopper» en las operaciones de negocios. La complejidad del entorno, la mayor regulación y la globalización de los mercados ha hecho más relevante la función jurídica. Por este motivo, la demanda de servicios legales (y por lo tanto los costes) ha aumentado y la necesidad de eficiencia es cada vez mayor. Ahora, se espera que el departamento legal administre presupuestos, mejore procesos, haga propuestas estratégicas y que el reporting sea con datos como ya lo hacen otros departamentos.

Los GC (General Counsel) están bajo más presión que nunca para justificar los costes legales y mejorar la eficiencia de su departamento. Estos requerimientos exigen que el departamento legal actúe más «como una empresa» aplicando técnicas de gestión específicas para la naturaleza del mundo jurídico. El desafío para un equipo legal tradicional es que las habilidades necesarias para afrontar estos retos de manera efectiva, no son necesariamente parte del repertorio estándar formativo que ha recibido un abogado. Esto ha llevado a la necesidad y la rápida difusión de tecnología, procesos y personas específicas en operaciones legales.

Las operaciones legales como nueva profesión en el sector legal es una de las de mayor crecimiento en los departamentos legales internos, pero también en las firmas y comprende todo aquello que ayuda a generar un departamento más eficiente y orientado a contribuir a la estrategia competitiva. La capacidad técnica ya no es suficiente y eso requiere de una adaptación de la formación desde las universidades hasta los profesionales del derecho.

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